Pertenezco a esa vieja generación de feministas que en su momento salimos a las calles a defender nuestros derechos y nuestra libertad, por cierto hoy en día la palabra feminista está muy desvirtuada, de hecho las llaman feminazis, término con el que no voy muy de acuerdo porque los nazis tenían muy claro lo que querían, hacia donde iban y además iban muy bien arreglados, cosa que muchas feministas de hoy en día no tienen muy en claro ni qué quieren, ni hacia dónde van y dudo mucho que sepan lo que es la limpieza. Las últimas marchas llevadas a cabo en la ciudad de México me dejan muy en claro que muchas de éstas mujeres sólo salen a la calle a sacar el odio que llevan dentro y si nos ponemos muy estrictas, quizás se trate del odio que se tienen a sí mismas, esto lo digo porque una persona que se respeta a sí misma no sale a vandalizar calles y monumentos a diestra y siniestra, y aquí es donde muchas saltarán con su consabida pregunta ¿Vale más un monumento que una mujer muerta? La respuesta es muy simple, lo uno no tiene nada que ver con lo otro, porque que yo sepa ningún monumento ha violado o matado a alguna mujer, luego entonces ¿Porqué desquitar sus frustraciones con el patrimonio cultural de la ciudad? Esto mis amigas más bién es para ir con un psiquiatra, porque la rabia que tu traes encima no es por las mujeres que han muerto, o las desaparecidas, o las violadas, esto, mis queridas amigas es sólo un pretexto para salir a vandalizar las calles, y no, no soy psiquiatra, ni psicologa, ni nada por el estilo, soy una simple observadora de los acontecimientos y te voy a decir una cosa, si de verdad te sientes con muchos ovarios porque has grafiteado y destruido monumentos con tu pretexto de la violencia de género, dejame decirte que no sabes lo que es valentía, valentía era lo que hacíamos en los años setentas y ochentas de plantarle cara a los granaderos que nos mandaban para acallar nuestras voces y aquí entre paréntesis tanto ellos como nosotras estábamos dispuestos a todo, ellos a aplastar nuestro movimiento y nosotras a no darnos por vencidas, valentía era plantarle cara al gobernante en turno y decirle que no estábamos dispuestas a dar un paso atrás en nuestras peticiones de libertad ¿y que crees? Lo logramos, logramos esa libertad que tú ahora estás disfrutando y que tanto desperdicias en "grafitear monumentos" argumentando que con eso te van a respetar y que se van a acabar los feminicidios, que pobreza de pensamiento. Tal vez algunas dirán que en realidad la "grafiteada" fue por un pequeño grupo de "infiltradas" ¿pues que crees? en los viejos tiempos también se daba eso de los infiltrados y nosotras mismas nos encargamos de sacarlas para no desvirtuar nuestros actos. Y vuelvo a la pregunta del título ¿Que te hizo el palacio de Bellas Artes, que te hizo el hemiciclo a Juárez, que te hicieron los monumentos que fuiste destruyendo a lo largo de tu marcha, y lo más importante lograste algo? ¿Siquiera tu más recóndita frustración tuvo algo de apaciguamiento? No amiga, no te engañes ni trates de engañarnos. Si de verdad tienes tantos ovarios como dices ve y plántale cara al Señor Presidente y dile de frente lo que necesitas, exige que haga cumplir la ley para protección de las mujeres, preséntate en los shows mañaneros de López y dile en su cara que está haciendo mal su trabajo, es más, que no está trabajando a favor de la mujer, has guardia en Palacio Nacional para decirle, gritarle en su cara a los gobernantes lo que están haciendo mal, eso mi amiga, sería tener ovarios, no lo que tú estás haciendo. Grafitear y destruir monumento con la anuencia de Claudia Sheimbaum cualquiera lo hace. Para hacer una verdadera lucha en favor de la mujer se necesita algo que tu ya perdiste o nunca has tenido: Dignidad y ovarios.
Atentamente: MADM
